EXCURSIÓN A PATONES
La
península Ibérica puede considerarse aproximadamente dividida en
dos mitades:
-
Región noroccidental, la más antigua, compuesta fundamentalmente
por rocas ígneas (como el granito) y metamórficas (como el gneis y
la pizarra).
-
Región suroriental, más moderna, en cuya superficie aparecen
principalmente rocas sedimentarias (como calizas y areniscas).
La
provincia de Madrid está situada en la zona fronteriza entre ambas
regiones geológicas ibéricas, y dentro de ella, los alrededores de
Patones y el Pontón de la Oliva resultan muy apropiados para la
observación de los distintos tipos de rocas característicos en
ambas, así como para el estudio y disfrute de algunos de los
paisajes más pintorescos de nuestra Comunidad.
En
esta excursión se van a poder ver y estudiar materiales
pertenecientes al ciclo Hercínico, al ciclo Alpino y postorogénicos
recientes. Durante el Paleozoico, los sedimentos depositados durante
esta era se ven sometidos a la orgénia Hercínica viéndose así
afectados por un metamorfismo muy intenso que llega incluso a
originar granitos de anatexia, con zonas de contacto en el granito y
los gneis difusas, que no permiten establecer con detalle el final de
un tipo de roca y el comienzo de otro. Este metamorfismo regional
disminuye al alejarnos del granito, hasta alcanzar pizarras de muy
bajo grado de metamorfismo.
A
lo largo del Mesozoico, toda esta región plegada anteriormente quedó
arrasada por la erosión, y durante el Cretácico superior el mar la
invadió depositándose primeramente las arenas y posteriormente la
serie de margas y calizas con fósiles costeros que, aunque escasos,
indican su origen marino. Al final del Cretácico y durante el
Paleógeno (era terciaria), el mar se retiró, depositándose yesos y
arcillas yesíferas en condiciones lagunares, y areniscas en
condiciones fluviales. La orogenia Alpina (Mioceno inferior), afectó
a los granitos y gneis y a su cobertera del Cretácico y Paleógeno,
formando grandes pliegues sobre los que inmediatamente actuó la
erosión, eliminando esta cobertera en los anticlinales (como el
macizo de San Pedro) y en las zonas más elevadas (como el macizo de
La Cabrera y Sierra de Guadarrama).
Los
materiales post-orogénicos se depositan a partir del Mioceno medio,
generalmente de forma horizontal y discordante sobre todos los
anteriores. Probablemente fue a partir del comienzo de este período,
cuando la Sierra de Guadarrama se levantó hasta su altura actual.
Este levantamiento se produjo en forma de grandes bloques
individualizados por fallas, de tal manera que topográficamente se
pueden ver “escalones” según el distinto desplazamiento vertical
de las fallas.
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